Ser quien mantiene todo en orden en el hogar, también es una forma de liderazgo. Siempre hablamos del liderazgo respecto de los negocios, en el ámbito laboral, pero también puedes valerte de los distintos estilos de liderazgo para que tu hogar tenga los cimientos bien plantados.
Todas las que tenemos un hogar, ya sea que vivamos solas, en pareja o tengamos un familia numerosa, sabemos que para que todo funcione de forma “aceitada” se debe trabajar 24/7 por este objetivo.
Como si fuera poco, las madres tienen tarea doble, ya que en casa es donde formarán los valores y hábitos que determinarán que sus hijos sean en el futuro personas de bien y exitosas en lo que se propongan.
Pero es en la casa, donde se forman los valores, las actitudes, los hábitos que alimentarán todos nuestros proyectos futuros, y eres precisamente tú, mamá, la que lleva adelante importantes porciones de esta tarea educativa.
4 Tipos de Liderazgo en el Hogar
Directivo:
El liderazgo directivo es la forma más conocida, ya que tiene que ver con las típicas órdenes que dan las mujeres en casa y que son tomadas por el humor como quejas. Quizás no es la forma más agradable de liderazgo, pero siendo sinceros, resulta indispensable a la hora de formar a los niños y tener un orden para las tareas y la mantención de la casa.
Además, el liderazgo directivo ayuda a formar en el respeto y la responsabilidad. Por eso, es tan necesario y no tiene por qué ser asociado con la maldad o lo dictatorial.
Consultivo:
El liderazgo consultivo tiene que ver con el consultar la forma de hacer las cosas para que los niños comiencen a formar su propia opinión respecto de las cosas. No te confundas, esto no elimina la directiva, sino que abre un abanico de posibilidades detrás suyo. Son tú y tu pareja, en todo caso, quienes deciden a qué escuela o a dónde irán de vacaciones este año, pero de todos modos, se puede habilitar la palabra de los niños pidiéndoles que opinen qué les parece lo que han decidido. Esto te unirá a ellos y fortalecerá la confianza que te tienen.
Participativo:
El liderazgo participativo sí da lugar a que el otro aporte su opinión desde un principio. Este tipo de liderazgo es útil cuando los hijos están comenzando a entrar en la adolescencia, ya que los ayuda a pensar por sí mismos e ir encontrando el camino a independizarse.
Siempre dentro de los límites de lo razonable, es muy útil estar de acuerdo a la hora de tomar decisiones familiares. Puedes comenzar a aplicarlo sobre decisiones menores, como qué actividad familiar realizar el fin de semana o cómo le gustaría que fuera la fiesta de cumpleaños de ese año. Esta es la única forma de demostrar a los adolescentes que sus decisiones tienen un efecto en sus vidas.
Delegativo:
El liderazgo “delegativo” (de delegar) tiene que ver con el delegar tareas o asignar responsabilidades importantes para la vida en el hogar. Si bien, es una buena guía para los adolescentes o adultos jóvenes que están a punto de independizarse, no debe recurrirse a la delegación de responsabilidades con los menores de 17 años. En este punto, es importante que sigas cuidando y siendo guía y ejemplo para que no se sientan totalmente librados al azar.
Resta decir que no debes “elegir” un estilo de liderazgo. Debes evaluar en cada momento, ante cada decisión, de qué forma es más adecuado actuar. Recuerda que la comunicación es esencial ya sea a la hora de dar una orden o pedir una opinión.
