Liderazgo Femenino

Si hay algo cierto, es que las mujeres nos estamos levantando ante una tradición que nos dejaba de lado a la hora de asumir cargos jerárquicos o que nos dejaba fuera de muchas profesiones. Si bien, no quiero dedicarme en este post a hablar específicamente de ese tema, es preciso decirlo: hay mujeres machistas. Existen muchísimos problemas a la hora de definir correctamente machismo y feminismo, ya que estamos educadas (y hasta entrenadas, diría) para pensar que ser feminista es pertenecer a una postura extrema o salir a matar hombres. Nada más alejado de la realidad, pero tranquila, nos prepararon para pensarlo.

Entonces, si hablamos de Liderazgo Femenino, necesariamente tenemos que plantearnos una cuestión: hablamos de Liderazgo Femenino, porque en sí mismo, el “Liderazgo” a secas, nos está dejando fuera.Latinoamérica, en este sentido, está percibiendo muchos cambios positivos y lo podemos ver desde la política (presidentas mujeres, más allá de que nos gusten o no sus mandatos), desde el empresariado (la directora de Google Argentina y Latinoamérica es mujer), hasta en las PYMES y Start-ups (múltiples movimientos de mujeres emprendedoras.

Pues simplemente el hecho de ser mujeres (y verás que no es poco).

En el pasado –y aunque prevalezca en el presente, prefiero pensarlo como algo superado– las mujeres que accedían a un puesto jerárquico lo hacían porque se comportaban realmente como hombres. Veamos por qué: optaban por no tener hijos; en la mayoría de los casos, por no tener pareja; no prestaban atención a su maquillaje, ni a su pelo; vestían tuxedos… ¿Te suena? No puedes decirme que no has visto a una abogada o contadora de estas características. Estas grandes mujeres, llegaban a cargos jerárquicos remando contra la corriente muchos años hasta lograr demostrar que podían ser realmente tan eficientes como un hombre.

La pregunta que siempre saltan con garras a decirme es: ¿entonces ser mujer es maquillarse y hacer esfuerzos por verse bonita? No, no es el mensaje, lo que quiero transmitir es el hecho de que tú puedes arreglarte como quieras y no deberías hacer un esfuerzo por verte según un estereotipo de lo masculino para ser aceptada o ascender en tu carrera profesional.

Ahora bien, lo femenino va más allá de lo físico y estético, que no dejan de ser una opción y una elección. Hay ciertas características más ligadas en lo interno a nuestro ser femenino (sí, es una cuestión bioquímica), que tienen que ver con nuestros sentimientos, con la profundidad en que analizamos los problemas, con la frialdad que podemos desarrollar a la hora de tomar decisiones importantes, y eso, SÍ es parte de lo “femenino” que no es adquirible o modificable, como un atuendo o un look.

Palabras como pasión, intuición, amor, subjetividad, han sido asociadas a la mujer desde tiempos inmemoriales, pero como características positivas… Hasta cierto punto. El límite estaba en el hogar, en la cocina, en el barrio cuando mucho. Estas son las características de las Líderes Femeninas que comienzan a destacar en el mundo: apasionadas por su trabajo y por una misión, intuitivas a la hora de tomar decisiones o actuar con su cuerpo de trabajo, movidas por el amor más que por la ambición y subjetivas, por sobre todo.  Sé que la subjetividad ha sido el “cuco” de la sociedad desde Karl Popper y la supremacía del pensamiento científico por sobre todo, pero ser objetivos, a veces, no alcanza cuando vivimos en una sociedad. Pero debes saber que la subjetividad es lo relativo al sujeto y no “está debajo” aunque paradójicamente ESE “sub-” nos haga pensarlo.

El Liderazgo Femenino no está limitado a una característica del ser de una mujer, porque ser líder implica trabajar con una red de personas, no en solitario.

Lo que sigue, es pura lógica: las personas son sujetos particulares y no objetos, ni recursos, por lo que deben ser tratadas como tales.  Si has llegado hasta aquí, espero me dejes tu comentario para conocer tu opinión.

Gracias por seguir confiando en el poder transformador de la inclusión de la mujer en la sociedad.